Nota importante

Los anuncios que aparecen en este blog son colocados automáticamente y no tenemos control sobre su apariencia o contenido, sin embargo, les animamos, como dice la Escritura en I Tesalonicenses 5:21 "Examinadlo todo y retened lo bueno".

sábado, 9 de enero de 2010

2010, un año para recibir las promesas por la fe

El año 2009 con sus éxitos, afanes, tristezas, crisis y problemas ha quedado atrás. Ahora debemos extendernos a lo que Dios nos está poniendo delante. 2010 será un año de oportunidades, de restauración y de bendición.
“El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15). Este es el año para recibir las cosas que se nos han prometido, este es el año de la restitución, de la bendición y de la abundancia.

Nuestra Herencia:

Primero, debemos estar convencidos de que tenemos una herencia y que este año la disfrutaremos–Debemos tener cuidado de no caer en un adormecimiento que nos impida movernos a reclamar lo que es nuestro.

Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra (Génesis 18:1-2).

Debemos estar atentos al momento cuando Dios pase por el camino, debemos alzar sus ojos y ver las cosas de arriba para saber cuándo tomarlas ¡Este año no hay que dormirse o dejar pasar las cosas importantes que Dios nos da!

Es una promesa:

La herencia viene mediante una promesa, no es por obras para poder ganarla, es un regalo. Solo abre el regalo y disfrútalo. Muchas personas reciben regalos en su cumpleaños o en otra fecha y los guardan para después y a veces ese después no llega.

Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa (Gálatas 3:18).

Somos coherederos con Cristo:

Hemos sido llamados al ámbito espiritual, al reino donde habita Dios; se nos ha dado “el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” y “el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.” (Romanos 8:15-17).

Coherederos –significa que podemos tener lo que El tiene ¡Que asombrosa y poderosa herencia! Cuando Jesús murió en la cruz no dijo: “Bueno, ya pague por ti y pasarás la eternidad conmigo pero mientras tanto haz lo mejor que puedas”. No, El nos dejó una poderosa vida en el Espíritu, para que podamos vivir como El vivió y ser testigos del poder de Su resurrección

¡Buenas noticias! Es por fe:

Es por fe que recibimos y disfrutamos nuestra herencia. Dios es Dios de fe, El nos ha tenido fe, de tal manera que nos ha dado Su vida, Su espíritu Santo en nosotros: “Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él” (1 Corintios 6:17). Por ello es que Jesús dijo: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá” (Marcos 11:24).

Fe significa orar y creer que vendrá, que se tiene; fe no es orar y esperar a ver qué pasa. Es orar y creer antes de ver y tocar.

viernes, 24 de julio de 2009

¿Quién nos llamó y a qué?


Al comprender que TODOS los creyentes en Jesucristo han recibido un "llamamiento santo", también debemos entender ¿Quién hizo ese llamado? ¿Qué implica ese llamado?

¿Quién nos llamó y a qué? Fue Dios mismo y su hijo Jesucristo quienes nos llamaron a su servicio para tres cosas específicas (Marcos3: 14-15).

  1. Estar con Él y conocerle: Somos llamados a tener una perspectiva más grande de El; Dios no es pequeño, es el Rey de reyes y Señor de Señores. Con tres de sus dedos juntó el polvo con el cual hizo la tierra ¿Qué será difícil para El? Isaías 40:12
  2. Ir a predicar: Somos llamados a tener una perspectiva más grande del mundo, el mundo no se acaba a la vuelta de la esquina, hay necesidad de Dios en cada lugar al que volvamos nuestro rostro. Tanto frente a nuestra casa como al otro lado del mundo se necesita de creyentes que lleven la Palabra de Salvación en Cristo Jesús.
  3. Tener autoridad: Somos llamados a una perspectiva más grande de la necesidad y de la guerra que se debe pelear, debemos ponernos firmes en la “brecha” (Ezequiel 22:30) como intercesor ante Dios por cada ser humano que vive en angustia al no conocer a Cristo.
Conclusión

Somos llamados a ser embajadores de un Dios amoroso y Santo ante un mundo que se encamina a su destrucción (Jonás). Debemos ir por todo el mundo llevando Su evangelio con una enseñanza bíblica clara, un corazón ardiente y un consejo acertado.

Donde estás, allí eres embajador (a) del Señor ¿Eres contador, secretaria, albañil, médico, cualquiera que sea tu profesión? Allí estás porque Dios te puso en ese lugar para compartir Su evangelio (Ester 4:14).

jueves, 9 de julio de 2009

¿Te ha llamado Dios? ¿A qué?


Introducción


El mundo entero se estremece ante los eventos sociales, naturales y espirituales que se viven actualmente, en cada lugar al que vamos podemos escuchar la voz de las gentes clamando como en la época de Moisés por un libertador y en cada lugar surgen falsos profetas, líderes que llevan a las personas a la destrucción. Ante esto, nos preguntamos ¿Qué debo hacer? ¿Tengo algo que ver en todo este asunto? ¿Cuál es el propósito de Dios en esta época que nos toca vivir? ¡Claro que sí! Analicemos a la luz de la Biblia cual es el llamado de Dios a nuestra vida.

El llamado

Todos tienden a idealizar esta palabra “LLAMADO”, muchos se excusan para no servir a Dios diciendo ¿Yo no tengo llamado? ¡NOTICIA! TODOS HEMOS SIDO LAMADOS POR DIOS (I Corintios 1:26; Efesios 1:18; Filipenses 3:14 y otros).

"Llamado" en el Nuevo Testamento se traduce del griego Kaléo; es ser invitado, convidado (en voz alta); es convidar, decir, invitar, llamar, poner (por nombre). Un "llamado" es una convocación a ocupar un cargo, a realizar una labor.

Quizá la persona "no ha sido llamada" a una posición como ministro de la iglesia (apóstol, evangelista, profeta, pastor o maestro), pero ciertamente en algún momento de su vida deberá compartir el evangelio, enseñar a sus hijos a seguir a Cristo, corregir su camino, establecer sus vidas. Nadie puede escaparse de esa labor.

En las próximas entregas estudiaremos el tema del llamado ¿Quién nos llamó? ¿Con qué propósito? mientras tanto recuerda que: EN JESÚS ESTÁ LA VIDA

viernes, 3 de julio de 2009

¿Quién es un verdadero cristiano?


Una persona verdaderamente cristiana es aquella que ha decidido seguir y servir a Cristo (Mateo 4:19 "Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres").

Cuando El nos dice “Sígueme y te haré pescador de hombres”, nuestra responsabilidad es seguirle y la de El es hacernos pescadores de hombres; pero, recordemos que no se puede seguir a quien no se reconoce como Señor. “Señor” significa que posee poder y autoridad sobre todo lo demás. En la antigüedad, el esclavo era una persona que hacia lo que le ordenaban hacer -sin cuestionar. El esclavo era comprado, heredado, nacía en casa de los amos y allí se criaba hasta que ellos decidían -podían venderle, si había una relación de aprecio se le concedía libertad o se le permitía comprarla. Algunas veces, Cuando el amo era bueno, los esclavos determinaban por voluntad propia que querían seguir a su servicio.

Romanos 6:17 al 17 nos pregunta: "¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia".

Cuando no conocíamos a Cristo, éramos esclavos del pecado y hacíamos, decíamos, actuábamos conforme a sus órdenes. Jesús, con su sangre, pago el precio por nosotros, nos adquirió en el mercado de esclavos y nos da la libertad. Ahora, debemos estar a su servicio, debemos ESCUCHARLE, SEGUIR SUS ORDENES, VIVIR DE ACUERDO A SU VOLUNTAD. Ahora somos esclavos de Cristo.

¿Quién es tu Señor? ¿Haces lo que te da la gana? ¿Sigues a Jesús, le buscas y tratas de hacer su voluntad?

SIGUE A CRISTO. RECUERDALO: ¡EN JESUS ESTA LA VIDA!

jueves, 25 de junio de 2009

¡Puedes ser como Pedro si Jesús es tu Señor!



¿Quiéres ser como Pedro?

Para caminar sobre el agua (Mateo 14:25-33), Pedro esperó a que Jesús le dijera “Ven”. No es posible hacer lo que Jesús hizo (Juan 14:12) si no estamos sujetos a lo que El diga que hagamos. Si quieres hacer las cosas a tu manera, si quitas la vista de Jesús, seguramente te hundirás.

Para tener autoridad, debes estar bajo la autoridad de Cristo pero ¿Quién gobierna nuestra vida? Dependiendo de ello será nuestra habilidad para caminar sobre las aguas. No podremos caminar sobre las aguas a menos que: Le escuchemos, le veamos, caminemos hacia El y le obedezcamos.

Esta época que nos toca vivir es como un mar de aguas encrespadas, la dificultad financiera se aumenta, el desempleo crece, las familias se tambalean ¿Quiéres caminar sobre las aguas? Escucha a Cristo, mira a Cristo, pon tus ojos en El, obedécele. Luego Jesús, como a Pedro, te tomará de la mano y te hará caminar sobre las aguas que hoy amenazan tu vida y la de los tuyos.

RECUERDALO ¡EN JESUS ESTA LA VIDA!

martes, 23 de junio de 2009

Tu vida puede ser mejor ¡Tu también puedes ser Pedro!

El Señor nuestro Dios tuvo gran cuidado de dejarnos ejemplos escritos para que aprendamos de ellos. Los ejemplos de los hombres y mujeres de la Biblia nos presentan cuadros tan humanos y débiles como podemos ser nosotros, pero con la cualidad de que superan sus debilidades por medio de la ayuda de Dios (Santiago5:17) al igual que lo podemos hacer nosotros... ... si queremos.

De todos estos ejemplos, el mayor fue el de Jesús (I. Pedro 2:21), quien nos dejó huellas marcadas para que las podamos seguir fácilmente. Cuando vemos hacia atrás en la historia nos damos cuenta que muchos pusieron allí sus pies para caminar con seguridad, uno de esos muchos fue el apóstol Pedro. ( Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro) - Juan 1:42). En su encuentro con el Señor, Jesús le dice “Yo se quien eres, como vives, cuales son tus defectos pero ¿Sabes una cosa? Tengo un plan para ti”.

Todos venimos a Cristo manchados de pecado y no podemos ocultar nada de Dios, El nos desnuda, nos conoce y sabe que somos “Simón” pero no nos echa en cara nuestros defectos porque nos mira con amor y compasión ¡El quiere que seamos Pedro, una roca! (Lucas 5:4-11).

¡Tu también puedes ser Pedro! Sigue a Cristo y El cambiará tu vida para siempre

¡En Jesús está la vida!

Lo que hace una Iglesia (una vida) sòlida es la enseñanza de la Palabra escrita de Dios. Lo que hace una vida valiosa es la práctica de la Palabra de Dios ¡En Jesús está la vida!