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jueves, 9 de julio de 2009

¿Te ha llamado Dios? ¿A qué?


Introducción


El mundo entero se estremece ante los eventos sociales, naturales y espirituales que se viven actualmente, en cada lugar al que vamos podemos escuchar la voz de las gentes clamando como en la época de Moisés por un libertador y en cada lugar surgen falsos profetas, líderes que llevan a las personas a la destrucción. Ante esto, nos preguntamos ¿Qué debo hacer? ¿Tengo algo que ver en todo este asunto? ¿Cuál es el propósito de Dios en esta época que nos toca vivir? ¡Claro que sí! Analicemos a la luz de la Biblia cual es el llamado de Dios a nuestra vida.

El llamado

Todos tienden a idealizar esta palabra “LLAMADO”, muchos se excusan para no servir a Dios diciendo ¿Yo no tengo llamado? ¡NOTICIA! TODOS HEMOS SIDO LAMADOS POR DIOS (I Corintios 1:26; Efesios 1:18; Filipenses 3:14 y otros).

"Llamado" en el Nuevo Testamento se traduce del griego Kaléo; es ser invitado, convidado (en voz alta); es convidar, decir, invitar, llamar, poner (por nombre). Un "llamado" es una convocación a ocupar un cargo, a realizar una labor.

Quizá la persona "no ha sido llamada" a una posición como ministro de la iglesia (apóstol, evangelista, profeta, pastor o maestro), pero ciertamente en algún momento de su vida deberá compartir el evangelio, enseñar a sus hijos a seguir a Cristo, corregir su camino, establecer sus vidas. Nadie puede escaparse de esa labor.

En las próximas entregas estudiaremos el tema del llamado ¿Quién nos llamó? ¿Con qué propósito? mientras tanto recuerda que: EN JESÚS ESTÁ LA VIDA

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¡En Jesús está la vida!

Lo que hace una Iglesia (una vida) sòlida es la enseñanza de la Palabra escrita de Dios. Lo que hace una vida valiosa es la práctica de la Palabra de Dios ¡En Jesús está la vida!